"Seamos libres, lo demás no importa nada" Libertador General San Martín

viernes

Déficit Habitacional y el Plan de Créditos


DECLARACIÓN POLÍTICA

Desde la Corriente Política 17 de Agosto venimos marcando las consecuencias de la  concentración de la tierra y la especulación inmobiliaria; la contracara del boom de la construcción para pocos, han sido los últimos conflictos por el acceso a la tierra y a la vivienda, donde hemos tenido que lamentar las muertes de habitantes de nuestro país (en Jujuy, partido de San Martín) y en la Capital (Indoamericano) a fines del 2010.

EL Gobierno Nacional con Néstor Kirchner y CFK han tenido una activa política de construcción de vivienda social a través de la cual se produjeron en los últimos años 300.000 unidades habitacionales nuevas y más de 300.000 refacciones, además de las que continúan en ejecución.

Sin embargo, continuamos sufriendo un déficit habitacional de alrededor de 3.000.000 de viviendas. Mientras siguen construyéndose miles y miles de departamentos lujosos y countries, los asentamientos precarios crecen aceleradamente en toda las ciudades.  

1.       La problemática de la vivienda.
La problemática de la vivienda no tiene solo que ver con el acceso a un techo sino principalmente con el acceso al suelo urbano, con poder acceder a una vivienda en una zona con oportunidades de empleo, con servicios de educación, salud, transporte accesible, condiciones que se concentran principalmente en las ciudades. Por esta razón las intervenciones que solo apuntan a la construcción de vivienda por parte del Estado, sin tener en cuenta la localización ni las condiciones urbanas, no han podido resolver el fondo de la problemática y Argentina tiene hoy un mayor déficit habitacional que hace 10 años.

2.       El Plan de Créditos
En este marco, el Plan de Créditos recientemente anunciado PRO.CRE.AR Bicentenario es una muy buena noticia porque contiene elementos innovadores que responden efectivamente a las necesidades habitacionales de parte de los sectores populares y medios, pero es necesario que se combine con políticas más agresivas en términos de regulación del mercado del suelo, para que avance efectivamente en la eliminación de las desigualdades en el acceso al suelo y a la vivienda digna.

3.       Los elementos destacables del Programa:

·         Que es una medida que se enmarca en una concepción política acertada de afrontar la crisis generando más actividad económica y empleo, el lugar de las recetas de enfriamiento de la economía y ajuste del gasto público.

·          Que apunta a ampliar la oferta de suelo y de vivienda, ya que el crédito es para construcción y no para compra. Este aspecto incidirá en la dinámica del mercado inmobiliario y es posible que tienda a bajar los precios del suelo, en lugar de inflarlos que es la mala consecuencia habitual de las políticas de crédito hipotecario orientadas a la compra, lo cual agrava la situación en lugar de resolverla (como las características de la reciente política crediticia macrista)

·         Que democratiza y amplia las condiciones de acceso al crédito, adaptándose a la situación real de los destinatarios, al disminuir las restricciones por nivel de ingresos y por formalidad laboral, propias de los créditos tradicionales que excluían a gran parte de la población.

·         Que pone a disposición de una necesidad urgente de los sectores populares y medios de nuestra patria, recursos del Estado que estaban ociosos. La construcción de un registro de tierras estatales es un paso fundamental para abordar la problemática, y la incorporación de esa tierra estatal al mercado también va en línea de abordar la problemática estructural ampliando la oferta de suelo según las necesidades reales de la población, y no según la rentabilidad del capital inmobiliario.

4.       Interrogantes

·         Se anuncio que se hará un “uso inteligente” de las tierra estatales, utilizándolas diferenciadamente según su ubicación y valorización, por ejemplo, construyendo vivienda para personas de altos ingresos en las tierras mejor ubicadas y valuadas. Este criterio ¿no consolida las desigualdades de acceso al suelo, reforzando la histórica injusticia de las mejores tierras para los más ricos y las peores para los más pobres?

·         En la misma línea, las tierras estatales destinadas a los sectores más pobres, ¿estarán en zonas urbanizadas? ¿Ofrecerán servicios urbanos además de la fundamental provisión del techo para la familia? El Programa prevería la provisión de servicios públicos en estos terrenos, ¿garantizara también la accesibilidad y todos los servicios de salud, educación, etc, necesarios para que una zona sea habitable? Si estas condiciones no se abordan, se repetirá una de las mayores falencias del Plan Federal que es que construye viviendas pero no construye Ciudad, sin resolver la cuestión de fondo que es el acceso al suelo urbanizado. Esto es lo que profundiza la dinámica de crecimiento acelerado de la población en las periferias urbanas en condiciones precarias e infrahumanas.

·         Decíamos que el déficit habitacional es de 3.000.000 de viviendas en nuestro país. Según datos del Censo Nacional 2010, hay 2.500.000 viviendas desocupadas. En la ciudad de Buenos Aires el déficit es de aproximadamente 120.000 viviendas y hay 340.000 desocupadas. Esto deja claro que la emergencia habitacional no se debe sólo a la falta de vivienda sino a una distribución absolutamente injusta del espacio construido entre la población. Esta situación demuestra las prácticas especulativas del capital inmobiliario que mantiene ociosas viviendas especulando con su valor y que define dónde y para quién construir vivienda según su rentabilidad, y no según la necesidad social. Esta lógica es la que hay abortar y esto necesita de una intervención agresiva y activa del Estado con medidas regulatorias del mercado como el impuesto a la vivienda ociosa o la recuperación de plusvalía, donde el Estado recupera el valor que produjo con la obra pública urbana, donde actualmente el propietario es el que se apropia de ese valor que se produce con los recursos de todos.

·         Por último, ¿cuáles serán las empresas constructoras beneficiadas? Si son las mismas grandes empresas de siempre, que viven de la obra pública del Estado, se continúa reproduciendo la concentración del capital, y la ganancia económica de esta gran iniciativa del Estado termina nuevamente en pocas manos. Sería una gran apuesta encarar la construcción de los complejos habitacionales en tierras del estado con cooperativas, pequeñas y medianas empresas que son las que indudablemente tienen sus intereses atados al destino de nuestra Patria y aportan a un proyecto de país más justo e igualitario, generando puestos de trabajo genuino.

5.       Política Integral

Para que este Programa incida profundamente en la eliminación de las desigualdades, es fundamental una Política Integral que cambie de raíz la concepción social y legal de la función de nuestra tierra y, por ende, la regulación del mercado de suelo: la tierra tiene que estar al servicio de cubrir las necesidades de nuestro pueblo y no al servicio del capital inmobiliario y/o al servicio de los pooles de siembra. Es fundamental un proceso de desconcentración de la propiedad de la tierra y de regulación del mercado inmobiliario para ponerla al servicio de la vivienda y de la producción de nuestro pueblo. 

La tierra tiene un fin social y no el fin meramente mercantil de engrosar el capital inmobiliario y sojero.

TIERRA PA´ PRODUCIR.
TIERRA PA´ VIVIR.
SIEMPRE MAS.

Corriente Política 17 de Agosto

15 de Junio del 2012
Mesa Ejecutiva

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cumpas: me parece bueno el artículo pa abrir la discusión. La concentración de capital combinado con la especulación inmobiliaria es un hecho que se viene dando desde los '90 de forma acelerada. Creo que este plan es parte importante de una política de vivienda coherente, que desde el 2004 se viene ajustando. Este plan es una medida más ajustada a lo que en la realidad ocurre cuando existe necesidad de vivienda.
Ahora bien, se sigue enfocando a la oferta urbana y recordemos que el éxodo del campo a la ciudad sigue ocurriendo y engrosando los cinturones de marginalidad urbana. Además, en los feudos de algunas provincias, se suman a la relación concentración de capital y especulación inmobiliaria, la concentración política y el negocio d la construcción de vivienda social.
Apoyo la idea de emplear a las cooperativas de trabajo, que en gran medida vienen desempeñándose en ese campo, y mejor aun, si lo hacen de manera autónoma.
Un abrazo.

Susana - Tucumán-