por Marcelo Yaquet
Corriente Política 17 de Agosto
Las
elecciones venezolanas atraviesan tanto al Bloque liberal, como al Bloque
nacional.
Los
dirigentes Pinedo y Michetti anunciaron la conformación de una comitiva
organizada por el PRO y sus aliados del GAPU (Grupo de Acción Política para la
Unidad) para cumplir el rol de “veedores no oficiales”. La derecha amarillenta salió
fuertemente a apoyar a Henrique Capriles - candidato presidencial de Venezuela
que logró aglutinar a toda la oposición para enfrentar al Cte Chávez -.
Mientras
tanto, CFK dejó en claro - en su reciente gira por EU - la amistad que mantenía
con Hugo Rafael Chávez Frías y defendía su concepción democrática remarcando
que “no debe haber presidente
latinoamericano que haya pasado por más elecciones que Chávez.” Desterrando así la idea de fraude que maniquen
los escuálidos en forma mediatica, ante la paliza electoral que le arribara el
Chavismo-pueblo.
Las
elecciones del 7 de Octubre en la Republica Bolivariana de Venezuela, es clave
no solamente para el destino del pueblo venezolano, sino también es clave para los
argentinos y para el destino de todos los pueblos de la América del Sur.
En
la argentina solo una elección tuvo tremendo peso de significado
antiimperialista y de definición histórica a nivel nacional, como fue el 24 de
febrero de 1946 sintetizada en: Perón o Braden.
El
7 de Octubre, con la victoria de la Revolución Bolivariana de Venezuela, se
abre una nueva bisagra de definiciones en toda la región; en el marco de una
crisis mundial económica, social, politica y ética, se deberá avanzar hacia la
segunda y definitiva independencia de la Patria Grande o se retrocederá.
No
debe haber duda alguna del valor, de carácter estratégico, que tiene las
elecciones en venezuela para toda la región; las elecciones del 7-O reflejan la
contradicción principal de la etapa: Latinoamérica o Imperialismo.
Chávez es la Patria. En muy poco tiempo, la venezuela bolivariana,
se transformó en actor principal en la región y a nivel mundial. Su logro se
basa en el control absoluto del Petróleo, a partir del 2003, cuando se apodero
de la empresa PDVSA.
Desde la apropiación de la
renta petrolera resolvió, en forma dinámica, la vida material de las mayorías populares. Desde esta base material el Comandante Chávez
sostiene sus discursos. Sus planteos
tiene el peso específico necesario para empujar, como nadie, la integración
latinoamericana, con una impronta antiimperialista, rescatando las luchas
independentistas de hace 200 años atrás. Empoderando a los sectores populares
en la construcción del poder popular (como instrumento legales a partir del
2010), avanzando en nuevas formas de propiedades colectivas y de cooperativas, y
proyectando desde el 2006 el planteo del proyecto político del socialismo del
siglo XXI.
Esto constituye ciertamente y místicamente
– para todos nosotros (pueblo y militancia) - un relato de avance, de unidad, de
soberanía y de revolución. Este relato hace que nuestro horizonte no sea el ‘sueño
norteamericano’; sino que nuestro horizonte sea la América de Sur como
contraposición a la América del Norte imperial.
Capriles es la antipatria. Pensemos un imposible: la derrota de
Chávez y victoria electoral del cipayo Capriles.
¿Qué es lo que haría Henrique Capriles
Radonski?
Ejecutaría el plan de la
Antipatria. Pondría a disposición de las minorías y del imperialismo norteamericano
el petróleo venezolano. Desmantelaría las “Misiones”. Cambiaría su politica exterior, aniquilando el
ALBA, ninguneando al UNASUR y sentándose oportunistamente en el MERCOSUR para
hacer la voz los intereses norteamericanos e impulsando desenterrar el ALCA –
enterrado en noviembre del 2005 en la Ciudad de Mar del Plata -; construiría un
relató a semejanza de los años ’90, apelando al modelo económico y cultural neoliberal,
y su horizonte estaría en América del Norte.
Gracias al pueblo y su líder,
nada de esto sucederá. Las urnas rebalsaran de votos chavistas y así los
venezolanos de sangre roja, asegurar su propio destino y el de la Patria Grande.
03/10/2012
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