"Seamos libres, lo demás no importa nada" Libertador General San Martín

lunes

1976 - 4 DE AGOSTO - 2008



El Pelado Angelelli

El Obispo de los Pobres

“…Uno de Ustedes, uno del pueblo de Dios, me ha dado la lección mas estupenda de todo este año. Me dijo un hombre de la calle: “Vea, Monseñor, vea mi amigo; yo le pido un favor. No se canse nunca de ser el obispo de los pobres, sea el padre de los pobres porque de esa manera es un buen obispo.”

En cambio el diario riojano “el Sol”, junto a los sectores más conservadores de la “Iglesia”, desato una feroz campaña contra él, de insultos y difamaciones, lo denominaba el “Obispo Ordinario”. También, se lo acuso de “cura guerrillero”, “cura subversivo” y de “obispo comunista”.

“Con un oído en el Evangelio y otro en el Pueblo”

Enrique Angelelli había nacido el 17 de julio de 1923, en la Provincia de Córdoba. A los 26 años, octubre del ´49, recibió la ordenación sacerdotal. Dos años antes había viajado a Italia a completar sus estudios. Y en 1950, regreso al país, para comenzar su labor pastoral en la Parroquia San José, en el Barrio Alberdi, en la ciudad de Córdoba.

En 1952 fue asignado asesor de la JOC (Juventud Obrera Cristiana); y también colaboro con el asesoramiento de la JUC (Juventud Universitaria Católica).

En octubre de 1962 fue designado, por el Papa Juan XXIII, Obispo Auxiliar de Córdoba. A partir de este mismo año y hasta la última sesión en septiembre del ´65, participó en todas las reuniones del Concilio Ecuménico Vaticano II.

El 3 de julio de 1968 Pablo VI, conocido como el “papa bueno”, lo designa como Obispo de la Rioja. En su primer mensaje al pueblo riojano les decía: “No vengo a ser servido, sino a servir a todos sin distinción alguna de clases sociales, modo de pensar o de creer. Como Jesús, quiero ser servidor de nuestros hermanos los pobres, de los que sufren espiritual o materialmente, de los que reclaman ser considerados en su dignidad humana como hijos del mismo Padre que esta en los cielos”.

Con una camioneta “estanciero”, que le habían regalado los curas de Córdoba, recorrió toda la provincia, cada rincón de su interior. En uno de esos recorridos, en el departamento de Castro Barro, dando el sermón de la misa planteaba: “El agua es para todos, la tierra es para todos, el pan es para todos. Y esto no es subversión…aunque afecte algunos intereses. La iglesia debe estar profundamente comprometida con el desarrollo del hombre”

Año tras año, recorrido tras recorrido, la acción pastoral del “Obispo subversivo” lo iba entrelazando mas con su pueblo; y su mensaje era sustentado por su propia acción: se movilizaba contra la pobreza y la miseria que envolvía a los más humildes, colaboraba para la sindicalización de los trabajadores, organizaba gremialmente a las empleadas domestica, estaba junto a los reclamos de los trabajadores mineros, de los trabajadores rurales y estibadores, e impulso establecimientos de granjas colectivas, como así también la coordinadora campesina.

A partir de 1971 se prohibió la misa radial, por orden de “la superioridad”. Las campañas contra el obispo eran cada vez más fuerte. En una ocasión los ultras conservadores católicos, la oligarquía terrateniente, la policía y un grupo de mercenarios, en Anillaco, obligó al Obispo, a sacerdotes, religiosos y laicos a abandonar el pueblo.

“Reflexiones sobre las elecciones de marzo”

“Votar no consiste solamente en depositar una ‘papeleta’ en una urna. Votar es hacer y construir nuestra propia historia argentina y riojana. Es poner el ‘hombro’ para que como pueblo no se nos considere solamente en las urnas sino el gran protagonista y actor en la reconstrucción de la patria. Es para eliminar las causas que engendran injusticias, miserias, odios, éxodos obligatorios”. Estas palabras fueron leídas por el Obispo, como parte del documento firmado por varios sacerdotes, en la misa dominical del 25 de febrero de 1973. En ella estaban presentes los candidatos del FREJULI (Frente Justicialista de Liberación) Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima.

A fines del ´73, debido a las acusaciones de los ultra conservadores, el obispado recibió visitas desde Roma para ver que pasaba en la diócesis.

En mayo de 1974, fue asesinado el Padre Carlos Mujica por la Triple A. En octubre del mismo año, Angelelli se encontraba visitando al PAPA, desde argentina le alertaron que estaba en la lista negra de la A.A.A (Alianza Anticomunista Argentina) presidida por López Rega. Su actitud fue regresar de inmediato.

Las autoridades eclesiales argentinas, ante esta situación y las constantes calumnias y presiones de todo tipo, lo habían dejado solo.

El 24 de marzo de 1976 se produjo el golpe militar, a mediados de junio se entrevistó, en Córdoba, con Menéndez, para reclamarle sobre detenidos políticos y sociales; la respuesta del genocida fue clara: “El que se tiene que cuidar es usted.”

El 18 de julio de 1976 fueron secuestrados dos sacerdotes de Chamical, el Padre Gabriel Longueville y Fray Carlos de Dios Muria. Dos días después se encontraron sus cadáveres a unos 5km del pueblo. Ambos cuerpos estaban maniatados, torturados y rematados a balazos.

El Obispo en la Misa de exequias, del jueves 22, celebrada por más de cuarenta sacerdotes, dijo: “Esto también tiene que hacernos pensar. No es algo de Chamical, no es algo de La Rioja. Es de la patria, es algo de toda la Iglesia argentina, es de todos. Yo diría: de creyentes y no creyentes. ¡Nos toca a todos!

Las muertes de Carlos y Gabriel eran el anuncio de la muerte de Angelelli.

Las mismas manos asesinas, el 4 de agosto de 1976, terminaron con su vida; figurando un accidente automovilístico.

De más esta agregar el significado de la vida de Angelelli, de su coherencia, de su opción por los pobres. Sin lugar a dudas, es una de las figuras más altas que ha dado la Iglesia Pueblo de la América del Sur.

fuente: Instituto Enrique Angelelli

Unidad de Trabajo de la
Corriente Política 17 de Agosto
4 de agosto de 2008


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