El Plan de operaciones de San Martín
En la escuela primaria se enseña el cruce de los Andes. Como grandes hombres, a los patriotas de la Independencia se los despoja de su pensamiento político e ideológico. Recuperemos el San Martín del Pueblo, que en su gobernación de Mendoza atentó contra la propiedad privada para lograr ese gran objetivo que era la liberación de las Nación Latinoamericana.
Cuenta el Libertador: “En 1814 me hallaba de gobernador en Mendoza. Yo la puse en estado de defensa hasta que llegase el tiempo de tomar la ofensiva. Mi recursos eran escasos pero conocí la voluntad de los cuyanos y emprendí a formar el ejercito bajo un plan que quisiera ver hasta qué grado puede apurarse la economía para llevar a cabo las grandes empresas”.
Su gobernación se basó en la planificación de la economía donde el Estado funcionó como “centro de fábricas” para construir la estructura del ejército libertador. La fabricación de pólvora, de piezas de artillería, de uniformes y calzado, como todos los elementos de guerra, se realizó enteramente en la región. Esto movilizó la economía cuyana, provocando un fuerte compromiso del pueblo con la empresa militar y política.
Al planificar la economía subordinó a los dueños de las tierras, que fueron expropiados y multados en diversas ocasiones. Por ejemplo, ante la necesidad de caballos San Martín recurrió a requisas obligando a los estancieros a entregar a sus animales lo cual permitió en poco tiempo recolectar 3000 caballos y 1600 mulas “teniendo para ello que arruinar las fortunas”, según declaraba una resolución del gobierno de Cuyo. Así también con el desarrollo de sementeras estatales perfeccionó el riego para mejorar la producción agraria e impulsó con fuerza la extracción de minerales, materia prima que fue industrializada por una fábrica militar dirigida por el teniente coronel Fray Luis Beltrán, que empleó a más de 700 obreros. Acerca de esto Juan Perón escribió: “El ejército de los Andes fue creado de la nada. Fue necesario fabricarlo todo y para ello, dentro de la falta absoluta de medios. Sin embargo, San Martín, con su talento múltiple, montó fábricas, formó depósitos, capacitó operarios y fabricó desde la canana y el mandil modesto hasta el propio afuste del cañón”.
Esta experiencia de San Martín demostró lo que había anticipado Mariano Moreno, que a falta de una burguesía nacional el Estado debe cumplir el rol de inversor y planificador de la economía. Es necesario recuperar esta historia para discutir el presente. Porque hoy los dueños de las tierras, de las cuales se apropiaron mediante los fusilamientos al Pueblo que realizó el ejército de la oligarquía, proyectan un país para 10 millones. En cambio el modelo industrial que esboza el kirchnerismo es el que debemos afianzar, como lo hiciera San Martín, con el protagonismo popular.
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