Declaración Politica - 17 de Agosto 2014

SAN MARTÍN ES REVOLUCIÓN

La Corriente Política 17 de Agosto, no reivindica al San Martín de bronce de la argentina elitista, sino al San Martín que fue medio indio, medio gallego, que fue negro, mestizo y criollo. El San Martin revolucionario, que lucho por la independencia y la igualdad, con coraje y patriotismo. El San Martín que entendía la patria como nuestra América.

Es por eso que los argentinos patriotas sabemos que reivindicar al Libertador General José Francisco de San Martín, y guiar genuinamente nuestra práctica militante con el ejemplo de su lucha, su entrega y sus sueños inacabados es, hablar y hacer revolución.

Su ejemplo, en el contexto mundial actual, donde el sistema capitalista continua profundizando la dominación, la opresión, la explotación, la dependencia, el mal trato a la madre tierra, la multiplicación de la miseria y la cultura de la muerte, nos llama a posicionarnos con contundencia y a no conformarnos con medias tintas, o capitalismos “serios”. Hoy más que nunca necesitamos revolucionar al mundo para bañarlo de humanidad.

Las garras imperialistas clavadas en la profundidad de la América del Sur dan constancia de la frialdad salvaje de un sistema empeñado en no dejar un atisbo de soberanía en nuestros pueblos. Sigue primando el concepto de `América para los americanos´, a pesar de los intentos de unidad latinoamericana reflejada, entre otras cosas, en la creación de la UNASUR, CELAC, y en las alianzas estratégicas entre los países de nuestra América Latina (Venezuela, Ecuador, Bolivia). ¿Cuántas bases militares del enemigo están asentadas en nuestro territorio? ¿En manos de quien está la riqueza de nuestros recursos naturales? ¿En qué medida se ha transformado la estructura productiva de nuestros países? ¿Quiénes son los actores que efectivamente continúan orientando los procesos económicos? Responder objetivamente a estas preguntas debería llevarnos a que cada uno deje de atender su juego, debería demostrarnos la necesidad de revolucionar el pensamiento y la acción de la militancia en su conjunto, de eliminar de cuajo sus vicios neoliberales, único modo de dar la batalla contra el andamiaje político, social, cultural, económico y militar del imperialismo.

La argentina actual va hacia un escenario de profundas transformaciones en la relación de fuerzas políticas, donde entra en crisis la plena hegemonía política del proyecto kirchnerista. Es un momento político donde es fundamental que la militancia rompa con los relatos grandilocuentes, reduccionistas, deformadores de la realidad, tanto de la oposición como del Gobierno Nacional.

La lógica del relato dicotómico se ha instalado fuertemente en nuestra sociedad, en los medios, en las fuerzas del que hacer nacional; nos atravesó a todas y a todos. El conflicto actual con los buitres es un claro ejemplo de ello. Las medidas del gobierno no son una patriada, como lo transmite la consigna Patria o Buitres. Son los planteos  vende patria de las voces opositoras, los que sobredimensionan el carácter popular y antiimperialista del posicionamiento oficial. El relato de la oposición es asquerosamente cipayo en cuanto a cuál tendría que ser la posición de nuestro país en relación a la decisión adoptada por un Juez de EEUU. Pero el planteo del gobierno nacional no es una avanzada.

Es, en todo caso, una actitud defensiva frente a un ataque imperialista que pone en crisis el escenario económico de la actual gestión. Defender la patria, en el contexto del capitalismo financiero especulativo, excelentemente caracterizado por la Presidenta CFK, es  impulsar la ley de entidades financieras, es investigar la deuda ilegitima, es renunciar al Ciadi y a todos los organismos multilaterales de negociación comercial, es disputar la renta agraria, es justamente llevar adelante las transformaciones estructurales necesarias, que generen las condiciones para que nunca más los buitres se coman la felicidad y el bienestar de nuestro pueblo. Eso es Patria o Buitres.

Los militantes populares de la argentina debemos hacer un esfuerzo para alejarnos de los relatos, de las construcciones de escenarios de pura apariencia, de las fotos sonrientes, de las propuestas y afiches multicolores, para decidirnos, de una vez, a posicionarnos claramente en la batalla, para superar constantemente las contradicciones de la lucha de clases a favor de los intereses del pueblo, de nuestra argentina y de nuestra América.