"Seamos libres, lo demás no importa nada" Libertador General San Martín

domingo

Querido "Pancho" Delgado, hasta la victoria siempre



Te recordaremos coherente hasta el último día de tu vida. Sabemos que tipos como vos no aparecen todos los días, con la capacidad de entrega revolucionaria, con el coraje y la valentía para salir a alzar la voz por los excluidos, por los perseguidos, por los asesinados del sistema. 

Luchaste en la primera línea de fuego contra dos dictaduras, fuiste pollo del Gringo Tosco, sufriste el secuestro de tu mujer y el destierro de tu provincia querida. Y a pesar del desgarro no abandonaste la lucha. Te fuiste a un lugar donde no te conocieran tanto y seguiste la pelea. 

A partir de 1979 actuaste públicamente en la Liga por los Derechos del Hombre. Entrando en democracia  empujaste con tu fuerza y tu voluntad de fierro para que los juicios tuvieran sustento jurídico y político. En ese afán pusiste en juego todo lo que tenías, inclusive tu familia. Allanaste –como Secretario de Procedimientos de la CONADEP Córdoba- el Tercer Cuerpo de Ejército y el campo de concentración “La Perla” (tus compañeros de la Comisión te recuerdan con tu muletilla: “Quiero estar presente” porque no permitías que se hiciera ningún procedimiento a tus espaldas). 

Estuviste ahí en donde se sentaron las bases para que nuestra patria sea hoy lo que es en materia de Derechos Humanos. Más tarde, las traiciones de los gobiernos de Alfonsín y el Turco, más tu insistente repudio a las prácticas burocráticas de ciertos sectores de la izquierda, no te dejaron salida, más bien te dieron salida de la militancia partidaria. Si bien la madurez y tu objetividad reflexiva te ayudaron a revisar posiciones históricas, nacionales e internacionales, jamás renegaste de tu historia ni de tu militancia en el PC.

Tu militancia siempre brilló en la calle y en la organización popular. Criticaste siempre la política de la rosca, del oportunismo por un pedacito de poder. A vos nunca te interesó eso porque para vos la lucha era el pueblo organizado, eran los “morochos” en la calle, como te gustaba decir.

Desde acá, desde el barro del presente, le rendimos homenaje a tu entrega, a tu lucha incansable, a tu claridad en el análisis…

Y a tu picardía de negro cordobés.

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