Plantar la bandera de unidad y organización hace a la discusión central de la etapa actual. El estadio de Vélez desbordado de militancia y de pueblo organizado en diferentes agrupamientos es continuador de los dos escenarios de masa constituidos en los estadios de Huracán (2011) y de Ferro (2010).
Cada uno de ellos tuvo sus particularidades determinadas por la situación social, económica y politica que lo rodeaban. Quisiéramos detenernos en 3 aspectos de este último:
1. la hegemonía en el tablero Político nacional de CFK
2. los chisporroteos con la parte más sustanciosa del movimiento obrero organizado
3. La falta de organicidad de una corriente de liberación nacional y social
CFK
En cada uno de sus discursos la Presidenta de la Nación insiste de diferentes maneras, en forma tajante y/o ilustrativa, que el pilar fundamental del proyecto nacional que representa legítimamente se basa en el acuerdo social entre el capital y el trabajo. Donde el Estado juega un rol de conducción política sobre estos dos sectores que deben de estar disciplinados para consolidar un proyecto nacional de carácter capitalista con una agresiva política de inclusión social.
Podemos decir que el kirchnerismo hoy es más kirchnerismo que nunca, por su hegemonía en todos los terrenos de la política. El sueño alfonsinista del tercer movimiento histórico, hoy empieza a dibujarse con la letra k.
La capacidad de despliegue político y armado superestructural desde el Estado Nacional es codiciada por toda la oposición política que esta fuera del tablero k y también de aquellos que están dentro. Da cuenta de esto la creación de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFHEPI) y la Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI), la conformación operativa para el control del 51% de las acciones expropiadas a YPF S.A entre el Estado Nacional y los Estados Provinciales, el planteo publico a los gobernadores marcándoles la cancha de las características que deben tener los representantes que les corresponden en el directorio de YPF S.A, el consenso diplomático logrado a escala mundial sobre nuestra soberanía en las Islas Malvinas y la continuidad del crecimiento económico de la argentina comparativamente con la región y el mundo.
La argentina virtual se le viene haciendo agua a la oposición, y no tienen otro camino que empezar a jugar seriamente en la argentina real. Esto se vio claramente en las cámaras de diputados y senadores nacionales, en el tratamiento de la ley sobre la expropiación parcial de YPF S.A. Esperemos que los legisladores opositores hayan actuado en forma oportuna y no oportunistamente.
El peso del juego político en los próximos años está dentro del tablero k. En nuestra prensa anterior marcábamos cómo el color anaranjado del sciolismo se parece al amarillento del macrismo. A esta frágil semejanza le agregamos el parecido de los slogans. Uno plantea “BS. AS. Ciudad”, el otro “Bs. As. Provincia”, es decir que aparte de la utilización de los colores semejantes en su uso se agrega que ambos utilizan el adjetivo con anterioridad al sustantivo como en el idioma ingles.
La contienda electoral es la centralidad de la actual democracia. Y como siempre sucede, algunos a boca de jarra y otros negándolo, todos planifican en función de ellas. Es así como sobrevuela en la provincia de Buenos Aires los agrupamientos “La Balestrini” y “La Juan Domingo” como respuesta organizativa y de referencia a la dinámica que le viene poniendo el vicegobernador Mariotto con su planteo del “…en el Proyecto Nacional” o el lanzamiento de “La Kirchner” en la Provincia de Córdoba. También se le va a sumar la puja que se va a dar en torno a la estructura del PJ.
Los mal denominados Movimiento Sociales, junto a La Cámpora volvieron a tener el protagonismo en la cancha del fortín de Liniers, más allá de la participación de sectores gremiales, culturales, de Derechos Humanos, representantes de los poderes legislativos y ejecutivos nacionales, provinciales y distritales y de agrupamientos políticos menores. El desafío que deja este 27 de abril es plasmar la unidad y la organización de estos sectores en cada territorio, en cada distrito, en cada provincia. Tarea dificultosa si las hay. Poder desarrollar un proceso genuino de unidad y de organización conjunta supone debatir colectivamente y construir acuerdos sólidos, desde la honestidad y la coherencia política, respecto de cuál es la construcción política necesaria para profundizar este proceso político, y cuáles son los ejes de esa profundización que posibilitaría avanzar hacia mayores niveles de igualdad y plena justicia social.
Movimiento Obrero
Cada uno de ellos tuvo sus particularidades determinadas por la situación social, económica y politica que lo rodeaban. Quisiéramos detenernos en 3 aspectos de este último:
1. la hegemonía en el tablero Político nacional de CFK
2. los chisporroteos con la parte más sustanciosa del movimiento obrero organizado
3. La falta de organicidad de una corriente de liberación nacional y social
CFK
En cada uno de sus discursos la Presidenta de la Nación insiste de diferentes maneras, en forma tajante y/o ilustrativa, que el pilar fundamental del proyecto nacional que representa legítimamente se basa en el acuerdo social entre el capital y el trabajo. Donde el Estado juega un rol de conducción política sobre estos dos sectores que deben de estar disciplinados para consolidar un proyecto nacional de carácter capitalista con una agresiva política de inclusión social.
Podemos decir que el kirchnerismo hoy es más kirchnerismo que nunca, por su hegemonía en todos los terrenos de la política. El sueño alfonsinista del tercer movimiento histórico, hoy empieza a dibujarse con la letra k.
La capacidad de despliegue político y armado superestructural desde el Estado Nacional es codiciada por toda la oposición política que esta fuera del tablero k y también de aquellos que están dentro. Da cuenta de esto la creación de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFHEPI) y la Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI), la conformación operativa para el control del 51% de las acciones expropiadas a YPF S.A entre el Estado Nacional y los Estados Provinciales, el planteo publico a los gobernadores marcándoles la cancha de las características que deben tener los representantes que les corresponden en el directorio de YPF S.A, el consenso diplomático logrado a escala mundial sobre nuestra soberanía en las Islas Malvinas y la continuidad del crecimiento económico de la argentina comparativamente con la región y el mundo.
La argentina virtual se le viene haciendo agua a la oposición, y no tienen otro camino que empezar a jugar seriamente en la argentina real. Esto se vio claramente en las cámaras de diputados y senadores nacionales, en el tratamiento de la ley sobre la expropiación parcial de YPF S.A. Esperemos que los legisladores opositores hayan actuado en forma oportuna y no oportunistamente.
El peso del juego político en los próximos años está dentro del tablero k. En nuestra prensa anterior marcábamos cómo el color anaranjado del sciolismo se parece al amarillento del macrismo. A esta frágil semejanza le agregamos el parecido de los slogans. Uno plantea “BS. AS. Ciudad”, el otro “Bs. As. Provincia”, es decir que aparte de la utilización de los colores semejantes en su uso se agrega que ambos utilizan el adjetivo con anterioridad al sustantivo como en el idioma ingles.
La contienda electoral es la centralidad de la actual democracia. Y como siempre sucede, algunos a boca de jarra y otros negándolo, todos planifican en función de ellas. Es así como sobrevuela en la provincia de Buenos Aires los agrupamientos “La Balestrini” y “La Juan Domingo” como respuesta organizativa y de referencia a la dinámica que le viene poniendo el vicegobernador Mariotto con su planteo del “…en el Proyecto Nacional” o el lanzamiento de “La Kirchner” en la Provincia de Córdoba. También se le va a sumar la puja que se va a dar en torno a la estructura del PJ.
Los mal denominados Movimiento Sociales, junto a La Cámpora volvieron a tener el protagonismo en la cancha del fortín de Liniers, más allá de la participación de sectores gremiales, culturales, de Derechos Humanos, representantes de los poderes legislativos y ejecutivos nacionales, provinciales y distritales y de agrupamientos políticos menores. El desafío que deja este 27 de abril es plasmar la unidad y la organización de estos sectores en cada territorio, en cada distrito, en cada provincia. Tarea dificultosa si las hay. Poder desarrollar un proceso genuino de unidad y de organización conjunta supone debatir colectivamente y construir acuerdos sólidos, desde la honestidad y la coherencia política, respecto de cuál es la construcción política necesaria para profundizar este proceso político, y cuáles son los ejes de esa profundización que posibilitaría avanzar hacia mayores niveles de igualdad y plena justicia social.
Movimiento Obrero
Lo más preocupante para la militancia encuadrada en la 17 de Agosto es la relación entre el Gobierno Nacional y la actual representación de la CGT que conduce Hugo Moyano.
Las direcciones honestas del Movimiento Obrero, sea cual fuese su nivel de conducción, debiera dar una discusión profunda sobre que sindicalismo queremos en la argentina en función de los desafíos de la clase trabajadora en la etapa actual sobre la lucha entre el capital y el trabajo. En este sentido creemos adecuado que el documento firmado por diferentes representantes del que hacer nacional titulado “Primero de mayo 2012: Los/las Trabajadores y el imperativo de transformación social de la Argentina” (pág. 13 17), es un punto de partida para empezar a debatir. Debate que naturalmente incluye al campo popular en su conjunto.
No obstante, todas las miradas están puestas en la relación entre la Compañera Cristina Fernandez de Kirchner, como Jefa de Estado y la del Compañero Hugo Moyano, Secretario Gral de la CGT. En proximidad de las elecciones del Secretariado de la CGT.
Podemos decir que el Movimiento Obrero organizado en la argentina esta agrupado en 4 partes (CGT-Moyano / CGT-Barrionuevo / CTA-Yasky / CTA-Micheli). Cada parte con su grado de representatividad y legitimidad o no. Cada una con su forma de construcción gremial y su posición política respecto al gobierno nacional, etc.
No hace falta enumerar calificativos de quién es Barrionuevo o qué representaron y representan los denominados “gordos” del sindicalismo que tuvieron furor en los '90, entregando el rosquete al capital financiero, o los denominados independientes que huelen a híbridos oportunistas.
Tampoco es necesario auditar en estas páginas el devenir político de la CTA-Demichelli en esta etapa histórica.
Sí creemos que es necesario para nuestro pensar remarcar que la CGT-Moyano es el único sector social que realizó hecho de masas iguales o superiores a Ferro-Huracán-Vélez (River junto a Néstor y Cristina / 9 de julio en conmemoración al 1° de Mayo 2011) y que su planteo programático no está fuera de la argentina real. Por el contrario, consideramos que es parte de un programa de profundización de este proceso político. La alianza entre el Gobierno Nacional y esta parte mayoritaria del movimiento obrero organizado es fundamental para defender lo construido e ir por más. No hay posibilidad de conquistar más derechos para los trabajadores si no es en el marco de este proceso político. Y no es posible profundizar el proyecto nacional y popular por el que día a día pelea nuestra Presidenta si no es con el apoyo y el sostén de un Movimiento Obrero consciente de la fuerza de los trabajadores y dispuesto a avanzar por más conquistas.
La Central de Trabajadores que conduce el Compañero Hugo Yasky, le pone honestidad y calidad a la etapa. Nuestra fuerza viene acompañando cada acción política que sale de Piedras al 1000.
Liberación Nacional y Social
El movimiento kirchnerista cobija hoy los intereses nacionales y de las mayorías. Tiene juego propio en el aspecto económico, un peso real en la región y una referencia sustanciosa en las relaciones mundiales. Contiene en si mismo diferentes identidades políticas históricas y nuevas, como así también interpela y representa a diferentes sectores sociales, en algunos casos en disputa constante (grupos económicos vs. trabajadores). Un manojo interminable de contradicciones juega dentro de él, lo cual lo configura claramente como un movimiento nacional en el siglo XXI.
Ahora bien, ¿esta situación supone dispositivos políticos, sociales, culturales, de derechos humanos y gremiales disciplinados en torno a las resoluciones de arriba aduciendo una jefatura indiscutida?
¿O esta situación requiere una política de masas, con protagonismo desde las bases, discutiendo, reflexionando y llevando adelante reivindicaciones programáticas en torno a los problemas que aquejan a nuestro pueblo, y desde aquí disciplinarse y ensalzar la jefatura indiscutida de la Compañera CFK?
Estas dos preguntas nos permiten hacer dos observaciones. Por un lado, la respuesta determina diferencias en los posicionamientos políticos estratégicos, como así también de forma de construcción orgánica y de trabajo en los frentes de masas; no así en los posicionamientos políticos tácticos, ya sean electorales o de acciones defensivas del proceso actual y del gobierno nacional o de reivindicación de la memoria histórica.
Y por otro lado, a aquellos que le ponemos un sí a la pregunta número dos, nos cabe debatir las tareas correspondientes, encontrar los canales de organicidad y unidad de aquellos que nos encaminamos hacia la liberación nacional y social.
Demostrando desde el vamos la coherencia en la práctica cotidiana del planteo político.
Las direcciones honestas del Movimiento Obrero, sea cual fuese su nivel de conducción, debiera dar una discusión profunda sobre que sindicalismo queremos en la argentina en función de los desafíos de la clase trabajadora en la etapa actual sobre la lucha entre el capital y el trabajo. En este sentido creemos adecuado que el documento firmado por diferentes representantes del que hacer nacional titulado “Primero de mayo 2012: Los/las Trabajadores y el imperativo de transformación social de la Argentina” (pág. 13 17), es un punto de partida para empezar a debatir. Debate que naturalmente incluye al campo popular en su conjunto.
No obstante, todas las miradas están puestas en la relación entre la Compañera Cristina Fernandez de Kirchner, como Jefa de Estado y la del Compañero Hugo Moyano, Secretario Gral de la CGT. En proximidad de las elecciones del Secretariado de la CGT.
Podemos decir que el Movimiento Obrero organizado en la argentina esta agrupado en 4 partes (CGT-Moyano / CGT-Barrionuevo / CTA-Yasky / CTA-Micheli). Cada parte con su grado de representatividad y legitimidad o no. Cada una con su forma de construcción gremial y su posición política respecto al gobierno nacional, etc.
No hace falta enumerar calificativos de quién es Barrionuevo o qué representaron y representan los denominados “gordos” del sindicalismo que tuvieron furor en los '90, entregando el rosquete al capital financiero, o los denominados independientes que huelen a híbridos oportunistas.
Tampoco es necesario auditar en estas páginas el devenir político de la CTA-Demichelli en esta etapa histórica.
Sí creemos que es necesario para nuestro pensar remarcar que la CGT-Moyano es el único sector social que realizó hecho de masas iguales o superiores a Ferro-Huracán-Vélez (River junto a Néstor y Cristina / 9 de julio en conmemoración al 1° de Mayo 2011) y que su planteo programático no está fuera de la argentina real. Por el contrario, consideramos que es parte de un programa de profundización de este proceso político. La alianza entre el Gobierno Nacional y esta parte mayoritaria del movimiento obrero organizado es fundamental para defender lo construido e ir por más. No hay posibilidad de conquistar más derechos para los trabajadores si no es en el marco de este proceso político. Y no es posible profundizar el proyecto nacional y popular por el que día a día pelea nuestra Presidenta si no es con el apoyo y el sostén de un Movimiento Obrero consciente de la fuerza de los trabajadores y dispuesto a avanzar por más conquistas.
La Central de Trabajadores que conduce el Compañero Hugo Yasky, le pone honestidad y calidad a la etapa. Nuestra fuerza viene acompañando cada acción política que sale de Piedras al 1000.
Liberación Nacional y Social
El movimiento kirchnerista cobija hoy los intereses nacionales y de las mayorías. Tiene juego propio en el aspecto económico, un peso real en la región y una referencia sustanciosa en las relaciones mundiales. Contiene en si mismo diferentes identidades políticas históricas y nuevas, como así también interpela y representa a diferentes sectores sociales, en algunos casos en disputa constante (grupos económicos vs. trabajadores). Un manojo interminable de contradicciones juega dentro de él, lo cual lo configura claramente como un movimiento nacional en el siglo XXI.
Ahora bien, ¿esta situación supone dispositivos políticos, sociales, culturales, de derechos humanos y gremiales disciplinados en torno a las resoluciones de arriba aduciendo una jefatura indiscutida?
¿O esta situación requiere una política de masas, con protagonismo desde las bases, discutiendo, reflexionando y llevando adelante reivindicaciones programáticas en torno a los problemas que aquejan a nuestro pueblo, y desde aquí disciplinarse y ensalzar la jefatura indiscutida de la Compañera CFK?
Estas dos preguntas nos permiten hacer dos observaciones. Por un lado, la respuesta determina diferencias en los posicionamientos políticos estratégicos, como así también de forma de construcción orgánica y de trabajo en los frentes de masas; no así en los posicionamientos políticos tácticos, ya sean electorales o de acciones defensivas del proceso actual y del gobierno nacional o de reivindicación de la memoria histórica.
Y por otro lado, a aquellos que le ponemos un sí a la pregunta número dos, nos cabe debatir las tareas correspondientes, encontrar los canales de organicidad y unidad de aquellos que nos encaminamos hacia la liberación nacional y social.
Demostrando desde el vamos la coherencia en la práctica cotidiana del planteo político.
Mayo de 2012
Mesa Ejecutiva de la
Corriente política 17 de Agosto
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