Soberanía
para poder decidir
En el Encuentro por la Soberanía Energética
partimos de la certeza de que nuestro país no es plenamente soberano, y por lo
tanto carece, de la posibilidad de determinar por si mismo, su política en el
área de la energía, así como en tantas otras
Conquistar la soberanía para nuestra nación, aquella que
comenzamos a construir en 1810, es, 200 años después, una tarea aún inconclusa.
Soberanía es que podamos decidir por nosotros mismos, es que
seamos los habitantes de este suelo, los que tomemos las decisiones que nos
afectan a todos.
Sin soberanía, no hay verdadera democracia. Si son otros, en los
principales centros del poder mundial, los que toman las decisiones que nos
afectan a todos, nuestra democracia es apenas, una falsa democracia, en la que
elegimos entre distintos candidatos, que no son más que distintos interpretes de
un guión que siempre se parece. Como cualquier actor o cantante, el intérprete
tendrá autonomía para poner su toque personal en la actuación. Pero no para
modificar el guión. De lo que se trata pues, es que ganemos la posibilidad de
escribir el guión de nuestra historia.
Se puede debatir, si queremos realizar o no explotaciones de
hidrocarburos no convencionales, si queremos o no explotar reservas off shore,
si estamos a favor o en contra de la energía nuclear, si las energías
renovables son una opción viable a los combustibles fósiles si debemos o no
diversificar nuestra matriz energética.
El mínimo denominador común, el punto de unidad de todos, el que
debe unirnos entrelazando firmemente nuestros brazos, el que debe hacer que los
trabajadores de la energía se abracen con las comunidades originarias
afectadas, el que debe hermanar a ecologistas con defensores de la energía
nuclear, el que debe unir a la aplastante mayoría del país, es la conquista de
nuestra plena soberanía. Sin soberanía, nuestra respuesta a esos debates, serán
solo papeles y proyectos, sin posibilidad de transformarse en políticas
concretas.
Si somos soberanos, después de debatir, podremos decidir. Sino lo
somos, nuestros debates será testimoniales y las decisiones sobre las formas en
que se explotan nuestros recursos en Neuquén, serán tomadas en un alto edificio
con ventanas espejadas en el estado de Texas, en Londres o en otro centro del
poder mundial. Y allí, no importan ni los trabajadores de YPF, ni las
comunidades originarias, ni el medioambiente, ni la salud, ni los hombres y
mujeres de esta tierra. Allí todos, seremos ofrenda, para ser sacrificada, en
el altar de la divinidad todopoderosa del capitalismo, la tasa de ganancias de
las grandes trasnacionales.
Ser soberanos, en el área energética supone que recuperemos íntegramente,
en manos estatales, el conjunto de las reservas hidrocarburíferas, y toda la
infraestructura energética del país. Desde los pozos de petróleo y gas, hasta
las represas hidráulicas, la redes de alta tensión y la distribución
domiciliaria de gas y electricidad, las refinerías, los óleo-gasoductos, los
yacimientos minerales y las usinas desparramadas a los largo y ancho del país.
Semejante objetivo, no se logra por decreto ni es tampoco producto
de una ley. Esos instrumentos legales, son la conclusión de un proceso cuyo
corazón, es el compromiso de todos los argentinos, traducido en organización y
lucha para lograr ese objetivo.
Bolivia recuperó su gas, producto de una movilización gigante que
involucró a cientos de miles y que paralizó el país de una punta a la otra, tomando
refinerías, cortando rutas, calles y cerrando los accesos a la ciudad de La Paz.
La recuperación integral de PDVSA se pudo lograr luego de que
miles de trabajadores de la empresa decidieron tomarla y ponerla a producir en
contra de la voluntad de muchos gerentes, pero con el apoyo de un gobierno
popular y revolucionario.
Estos ejemplos nos enseñan que es la movilización y el compromiso
de todos lo que permite la recuperación. Luego, esa movilización encuentra su
cause en los instrumentos legales necesarios.
Para eso nos debemos preparar. Nuestro objetivo como Encuentro por
la Soberanía Energética, no es realizar un foro, para emitir opiniones sobre lo
que se debe hacer y lo que no. El objetivo de este foro, es aprender lo que
debemos hacer, para hacerlo.
Nuestro compromiso, es avanzar en la organización popular, en todo
el país, para que nuestro pueblo sea capaz de realizar la tarea histórica de
recuperar nuestra soberanía energética; de completar aquella tarea inconclusa
que 200 años atrás comenzaron hombres y mujeres como Mariano Moreno, Manuel
Belgrano, Juana Azurduy y nuestro General, José de San Martín; que continuó el
General Mosconi con lo que denominó el Ayacucho del Siglo XX: el control de
nuestros recursos hidrocarburíferas.
Nos toca protagonizar el
Ayacucho del siglo XXI para lograr nuestra segunda, definitiva y plena
independencia.
ENCUENTRO POR LA SOBERANIA ENERGÉTICA
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