Movilización al IVC y Colchonazo
Martes 18 de Junio a las 14:30 hs
Nos concentramos en el Obelisco
Cada año un promedio de 5000 familias son desalojadas en
El
desalojo es una trágica forma de desarraigo, habitualmente para los sectores
más humildes esa ruptura con el entorno conocido, se transforma en
desarticulación del núcleo familiar, el reparto de sus integrantes entre
amigos, parientes y allí donde se consiga algún lugar.
Si
contabilizamos unas 20.000 personas lanzadas de sus viviendas anualmente, en el
último lustro 100.000 seres humanos han vivido la dolorosa experiencia del
desalojo en esta ciudad. Una buena parte de los mismos han sido expulsados
hacia otras localidades. Lo que constituye un fenómeno de desplazamiento masivo
de población humilde y de degradación de las condiciones en que viven, los que
logran resistir la expulsión. Así año a año crecen las villas y los asentamientos
en forma exponencial.
Sin
embargo la ciudad está lejos de colapsar bajo una amenazante ola de inmigrantes
de lejanas provincias y sobre todo de países limítrofes, como argumenta el
macrismo. Por el contrario tiene hoy una población ligeramente inferior a la de
hace 40 años. En este contexto, en las últimas décadas el sector privado ha
construido en forma abundante, pero casi exclusivamente para el sector medio
alto y alto
Simultáneamente
en esta metrópoli según el último censo, 300.000 unidades están vacías y
cerradas. En puerto Madero la cantidad de viviendas desocupadas está cercana al
70 % del total.
El
precio de los inmuebles en medio de una burbuja especulativa se ha incrementado
en forma notable en los últimos años, lo ha hecho incluso largamente por encima
del incremento de precios de cualquier otro bien o servicio. Así la “inversión
en ladrillo” se ha transformado, en probablemente la más rentable del mercado,
atrayendo una importante cantidad de capitales.
Este
fenómeno se traduce en un verdadero Boom inmobiliario, no sólo en la ciudad
sino también la provincia de Buenos Aires y en la mayoría de los grandes
centros urbanos del país, que lentamente van copiando esta lógica, (este
fenómeno aparentemente ha cedido en el último año debido a la crisis). En el
sector privado la producción de unidades de lujo o alta gama, hegemoniza este
proceso (como si en el país no fuesen las familias de los sectores medios y
bajos las que más necesitan resolver sus problemas de vivienda). Así una buena
parte de las viviendas producidas quedan vacías, no van a completar el virtuoso
círculo de trabajo- producción- consumo, sino que apenas terminadas ingresan a
un mercado especulativo donde son retenidas como un bien financiero o reserva
de valor. En el que sirven mejor estando desocupadas, para poder concretar
cualquier operación en el momento conveniente.
De
esta forma el efecto positivo que pudiese tener este boom, en cuanto a
generación de trabajo o impulso al crecimiento, es largamente neutralizado por
los efectos expulsivos de población humilde y por los altos costos sociales que
genera la elitización y la inaccesibilidad resultante del mercado inmobiliario.
Así las mejores tierras y lugares para la construcción en las ciudades y sus
alrededores, lo va copando el sector privado con su lógica expulsiva y
especulativa.
Al
calor de estos acontecimientos en la
Ciudad de Buenos Aires se genera una verdadera guerra por los
espacios físicos disponibles, una de cuyas consecuencias es la ola de desalojos
y expulsión de los pobres de la urbe.
En
un mercado con condiciones cada vez más exigentes, la población de bajos
recursos se ve condenada a un circuito informal que nadie controla, (Supuestos
hoteles, inquilinatos, cuartos en villas y asentamientos etc.) donde es súper explotada
y sus derechos más elementales son desconocidos.
Esta
es la contracara de aquel desarrollo de grandes emprendimientos lujosos, como
ejemplo paradigmático: a pocas cuadras del barrio más caro de la ciudad donde
el metro cuadrado asciende a 7000 dólares, los vecinos de la villa 31 se
hacinan sin remedio en barrios que no dejan de crecer y de recibir desplazados
del resto de la ciudad. Hay un constante retroceso de amplios sectores de la
población que pasan del departamento que ya no pueden sostener, al hotel o
inquilinato y de este a la villa o asentamiento, mientras los emprendimientos
de lujo, vacíos de habitantes, quedan como fantasmales testigos de una ciudad
fracturada.
Ante
todo esto es necesario poner en discusión y hacer visible esta problemática, Se
hacen imprescindibles medidas de fondo, de regulación del mercado de tierras e
inmuebles y también otras para la emergencia, para enfrentar esta trágica
situación que viven los sectores populares. Pero medidas para la emergencia no
significa dádivas ni limosnas, ni iniciativas de tan corto plazo que son
imposibles de articular con otras con un sentido más estratégico. Decimos esto
porque así entiende la emergencia la administración actual de la ciudad. En
materia de políticas sociales no solo se privilegia lo inmediato por sobre las
soluciones de fondo, además se tiene una concepción de lo urgente absolutamente
elemental y fracturada de cualquier perspectiva a más largo plazo, que no sea
simplemente la expulsión de los pobres de la ciudad vía mercado inmobiliario.
Este
es un modelo de Ciudad, excluyente y expulsiva, donde cosmopolita se vuelve
sinónimo de elitista. Una ciudad pensada desde la lógica de Puerto Madero,
desde la especulación inmobiliaria, pensada y construida como un espacio para
los negocios, para el turismo, para que se asienten las cabeceras de las
multinacionales y no para integrar a los distintos sectores de la población
armoniosamente en su territorio.
La
idea de una ciudad moderna, con un movimiento cultural que la pone en los
primeros sitios del mundo, abierta, que recibe miles y miles de turistas al
año, no debe estar reñida con la construcción de una ciudad más igualitaria,
solidaria y con capacidad de contener a su población más humilde”.
Es
posible una Ciudad para todas y todos y en su construcción estamos empeñados.
Emergencia
habitacional, ya suspensión de los
desalojos
Profunda
reforma del programa establecido por decreto 690/960
Dotar
de una lógica preventiva a esta herramienta, que sea útil para sostener la vivienda
única y familiar, no se debe esperar a la situación de calle.
Ampliación
a 24 cuotas, renovables en caso de mantenerse la vulnerabilidad habitacional
Actualización
del monto a 2500 pesos mensuales
Reglamentación
y cumplimiento efectivo de la ley 3706
(para
gente en situación de calle)
Vivienda
transitoria a cargo del estado.
Apertura
y funcionamiento real de la ley 341
Mayor
carga impositiva a la vivienda ociosa
Plan
de construcción de viviendas del gobierno de la C.A.B.A.
Por
el derecho a vivir en la Ciudad.
Congreso por
el Derecho a la Vivienda
Coordinadora de Inquilinos de Buenos Aires
Comisión Política de la Iglesia Dimensión de Fe
Movimiento Popular Latinoamericano
Movimiento Popular Latinoamericano
Movimiento Vivienda y Trabajo (Cooperativas de la ley 341) Proyecto 7
Centro Cultural
y Social Agustín Tosco
Federación Juvenil Comunista (CABA)
Corriente
Política 17 de Agosto
Adhieren:
HABITAR
Argentina
Asociación de Inquilinos de La Plata
ACINA (Corriente Campesina
Indígena del Norte Argentino)
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