La Patria Grande Latinoamérica esta asediada militarmente por EEUU y la OTAN con alrededor de 47 bases militares y la IV Flota navegando por nuestros mares, más el intento de reeditar la Doctrina de Seguridad Nacional.
Petróleo, tráfico de armas, drogas, amenazas nucleares, religiones, mercenarios, terrorismo, todo sirve para que EU intente mantener su predominio mundial y se enfrente y trate de destruir definitivamente con diferentes métodos - a países como Bosnia, Kosovo, Irak, Libia, Siria y la amenaza constante a Irán, o el enfrentamiento de alto voltaje con Corea del Norte, sin dejar de tener en la mira a China (que viene desarrollando un gran poderío económico) y a Rusia. E interviniendo constantemente en la política y las desestabilizaciones en los países de América del Sur (Paraguay / Venezuela / Bolivia / Ecuador / Argentina / Nicaragua).
Mientras la UE se incendia en el infierno liberal, el Vaticano renovó su papado. Fue electo nuestro conocido Obispo Bergoglio, hoy Francisco I. El cual brindo al mundo cristiano y no cristiano una batería de gestos, al mejor estilo Kirchnerista, de vientos cambios. Por delante, tiene desafíos internos de corrupción, negociados financieros, inmobiliarios y abusos sexuales, etc. Está latente cual será su rol en política latinoamericana y mundial. Puede leerse que su elección como Papa Latinoamericano con estilo popular es más una respuesta o una reacción del establishment mundial a los procesos de avance de los pueblos en Latinoamérica, que una decisión de desguazar el infierno liberal propio, del Estado Vaticano.
Por si las moscas, Inglaterra sigue día a día militarizando Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, territorio nacional ocupado. La política acertada del gobierno nacional en el terreno diplomático consiguió un consenso regional y mundial de nuestra soberanía sobre el territorio usurpado. No obstante sostenemos la necesidad de avanzar con otros métodos; pensemos un instante si los organismos regionales, MERCOSUR, UNASUR, CELAC plantearan un boicot a los capitales ingleses hasta que devuelvan nuestras Malvinas, hoy causa nacional y de América Latina.
El planteo de soberanía sobre el territorio usurpado por los piratas ingleses, nos debe permitir desarrollar el
trazo de la soberanía plena. Porque la política colonial no se debe visualizar solamente en territorio ocupado por fuerza enemiga. Sino también en la extracción de los recursos naturales del subsuelo de nuestra patria o el control de resortes estratégicos de la economía nacional.
Lo que queda claro es que la argentina tiene enemigos, internos y externos. Y el capitalismo más serio o menos serio es el que produce la pobreza y la miseria de los pueblos. Sin dejar de tener en cuenta el sistema que nos domina, con el Kirchenrismo en el gobierno hemos ganado una década de importantes logros, pero cada vez es más latente todo lo que aún no se hizo, y las profundas dificultades de los dispositivos de construcción política del kirchnerismo para hacer posible una etapa de cambios aún más estructurales.
En la política exterior, el gobierno nacional viene teniendo aciertos. Más precisamente en la región, CFK fue la primera Presidente de Estado que reconoció la victoria del Presidente Maduro, como así también la que exigió a EEUU que reconozca la democracia transparente que tuvo lugar el 14 de abril en la Venezuela Bolivariana.
Pero en el plano interno, pareciera que el modelo económico empieza agotarse. El poder de veto continua en las mismas pocas y extranjerizantes manos del capital concentrado y no se ha podido consolidar, en estos 10 años, un actor socio-económico que de la disputa por la orientación del modelo de desarrollo. El movimiento obrero sufre su peor momento de fragmentación y no se ha logrado construir un sector pyme que se constituya como un actor de real incidencia. En este marco, el margen de maniobra del Gobierno sigue siendo escaso.
Muestra clara son las últimas medidas económicas que claramente no son de avanzada, pero se plantean como necesarias, frente a la presión devaluatoria de los grupos concentrados, y la desaceleración económica que comienza a incidir de manera negativa en el mercado laboral. Materia de reflexión debe ser que, luego de diez años, se debata la necesidad de tomar medidas defensivas frente al poder del establishment, y no la posibilidad de avanzar con medidas de ofensiva que afecten de una vez por todas esos nichos de capital concentrado. Sin la afectación de esos intereses, no hay posibilidad de profundizar este proceso.
Así como la estatización de las AFJP supuso romper con una línea estructural del modelo neoliberal, debemos debatir cómo hacer para lograr quebrar todas y cada una de las líneas estructurales del modelo neoliberal que aún continúan vigentes.
La movilización de los sectores populares, en pos de un programa adecuado a la etapa actual que empuje al gobierno nacional para ir por más en el camino de la soberanía económica, es la tarea pendiente.
Corriente Política 17 de Agosto
Mayo 2013
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