El Macrismo amarillento empezó a ejecutar con una violencia inusitada y
feroz las leyes antipopulares que se votaron por mayoría en la Legislatura
Porteña, a fines del año pasado, que se direcciona hacia una agresiva avanzada
del capital inmobiliario sobre el Sur de nuestra Ciudad.
Tanto la
construcción del Centro Cívico en Barracas como el Distrito de las Artes en la
Boca (también votado en Diciembre) como el proyecto del Plan Maestro para la
Comuna 8 (aun no votado, pero en tratamiento legislativo), se orientan a profundizar la creciente valorización de las tierras del
sur, para habilitar negocios inmobiliarios que redundan en millonarias
ganancias a costas de la expulsión de miles de familias que serán desplazadas
por el encarecimiento de alquileres y por la violenta política de desalojos que
ya venimos sufriendo en los últimos años macristas (se calcula un promedio de
10 familias desalojadas por día). Todo esto en nombre de que llegue el
“progreso” y el “desarrollo” al postergado sur porteño.
La salvaje
represión a trabajadores y pacientes del Borda demuestra que están dispuestos a
llevar a cabo este proyecto inmobiliario a sangre y fuego. La decisión de
irrumpir con fuerza policial en una institución de salud mental, el absoluto
salvajismo del accionar policial, el
saldo de 50 heridos y de trabajadores y periodistas presos, da cuenta de que no
tienen límites en su voracidad por continuar poniendo nuestro espacio urbano al
servicio de sus intereses económicos. Y evidencia además su absoluto desprecio por la salud pública,
que vemos cotidianamente en el abandono planificado de los hospitales, en la
falta de insumos, en la subejecución presupuestaria de la infraestructura
hospitalaria, en la falta de nombramientos profesionales en áreas críticas, en
el colapso y deterioro de los CESAC, etc., etc.
Desde la Corriente Política
17 de Agosto habíamos señalado, en noviembre-diciembre 2012, el grave error que
supuso el acompañamiento de nuestros legisladores kirchneristas a las leyes que
hoy comienzan a mostrar sus gravísimas consecuencias. Si bien en particular
la ley del Centro Cívico no especificó el lugar donde se construiría, habilitó
la venta del Edificio del Plata para financiar su construcción, detallando que
sería en el Sur de la Ciudad, y dejando al Poder Ejecutivo la decisión final
sobre este punto, sabiendo cuáles eran sus planes. El proyecto venía siendo
resistido por los trabajadores del Borda desde hacía tiempo porque se
sabía que el GCBA planeaba construirlo en parte de su predio. Suponemos que
ningún compañero puede haberle creído a Ritondo cuando “prometió” lo contrario.
No hay dudas de que hay que
ir por la renuncia de Montenegro, de que hay que hacer pagar a Macri el
mayor costo político por la salvaje represión. Pero también es indispensable poner
en evidencia el proyecto inmobiliario
que afectara gravemente la situación de los sectores populares. Hay que
revisar y corregir las leyes votadas, y por votar. Si el macrismo va por todo y
con todo, no hay margen para negociaciones ni trueques.
Es hora de constituir un
espacio social y político firme, dispuesto a
ponerse al frente de la pelea, capaz de superar la mera denuncia y de organizar
el descontento convirtiéndolo en fuerza social que pueda frenar el avance del
macrismo en la calle y en el terreno electoral; construyendo un proyecto de Ciudad de cara a la sociedad y para las
mayorías porteñas.
La lucha del Borda es la
lucha por nuestra salud pública, es también una trinchera contra el avance del capital
inmobiliario en la zona sur, y es principalmente un llamado a la militancia y a la dirigencia
política que dice representar los intereses populares.
Desde la Corriente Política
17 de Agosto, nos ponemos a disposición de los trabajadores del Borda,
no solamente en el absoluto repudio al accionar del Gobierno de la Ciudad,
sino también con el objetivo
de recuperar lo perdido por el Hospital Público.
NO AL NEGOCIO INMOBILIARIO
PUEBLO O CORPORACIONES
Corriente Política 17 de Agosto
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