"Seamos libres, lo demás no importa nada" Libertador General San Martín

domingo

Entrevista al Marcelo "Gaucho" Yaquet

"Que Cristina no tenga reelección es un gran problema"
 
Entrevista realizada por la Agencia  Paco Urondo.
Dossier Unidos y Organizados.

Por Jose Cornejo I

AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué es la 17 de Agosto?
Marcelo Yaquet: Es un puñado de compañeros organizados políticamente a partir la referencia del General San Martín, es el día de su muerte, casualmente el viernes estuvimos conmemorando esa fecha histórica que tomamos como propia , a pesar de la lluvia, un centenar de compañeros rendimos homenaje al Libertador d la América del Sur. La búsqueda del nombre apuntó a recuperar de la historia esa gesta que tiene mucho que ver con el momento político actual que atraviesan la Argentina y la región en función de la hermandad de las Patrias chicas y de poder recuperar ese sueño frustrado que tuvieron los Libertadores de la Patria Grande.

APU: Es un nombre más nacionalista que de izquierda.
MY: Nos consideramos un grupo de hombres y mujeres de sentir patriótico y latinoamericano, no nos consideramos parte de la izquierda. La izquierda en la Argentina, salvo excepciones, se ha caracterizado por ser liberal, igual, el continente se nutre de diferentes corrientes ideológicas, el nacionalismo revolucionario, el cristianismo revolucionario, de la izquierda revolucionaria desde una concepción marxista y creemos que hay que nutrirse de esas tres corrientes pero en Argentina y en América Latina el posicionamiento tiene que ver con esto de sentirse patriota, latinoamericano desde una concepción revolucionaria en función de avanzar en los cambios y en todas las cosas que se necesitan para poder construir soberanía, independencia e igualdad.

APU: ¿Dónde están? ¿Hacen trabajo territorial?
MY: No, somos una organización pequeña y desde el punto de vista geográfico, más allá de nuestros posicionamientos nacionales no tenemos desarrollo a nivel nacional. Venimos trabajando esencialmente en la Ciudad, la Provincia de Buenos Aires y tratamos de hacerlo desde una concepción de mirar los tres frentes de masas, trabajadores, estudiantil y territorial y venimos intentando desarrollar organismos de masas en los diferentes frentes desde un lugar de ir construyendo organismos que den la lucha reivindicativa y política de los sectores.

APU: Eso nos trae al tema que más me interesaba charlar. Se siente que hay un aluvión militante en los últimos dos años pero también es cierto que hay muchos espacios políticos, unos más grandes, otros más pequeños, la frase de Néstor Kirchner “Que florezcan mil flores” reivindicaba ese crecimiento. A partir del acto en Vélez, la Presidenta de la Nación propone una consigna diferente o complementaria: “Unidos y Organizados”. ¿Cómo ves el mosaico de la militancia? ¿Ser tantos representa un problema o una fortaleza?
MY: Si uno toma en cuenta cómo veníamos es una fortaleza. Cualquier incorporación de parte de nuestro pueblo, sea joven o no, a la militancia y a la construcción de referencias es importante. Debe ser que ninguna de las organizaciones, las grandes y las chicas, podemos enmarcar las aspiraciones de los compañeros que se acercan a la militancia. Lo que plantea la Presidenta en Vélez es la consigna correcta para el momento, tenemos que avanzar en unirnos  organizarnos, discutir que implica para cada una de las fuerzas políticas ese avance, cómo se tienen que desarrollar la unidad y la organización de las diferentes expresiones sociales y políticas de ese mosaico que se define desde el kirchnerismo.

APU: O sea, la consigna es correcta pero hay que desarrollar los mecanismos.
MY: Los mecanismos y los objetivos. Creemos que hay tareas importantes para la etapa: Una tiene que ver con que hay que defender este proceso político, no solamente nacional sino también latinoamericano, no hay posibilidad de tener una estrategia nacional si no está enmarcada en una regional. Hay que defender los procesos políticos de Latinoamérica, hay que defender al Gobierno Nacional de cualquier atropello de la derecha y de cualquier intento del imperialismo de voltearlo.
La otra tarea es ir por más, lo que también plantea el Gobierno Nacional. Si uno toma los tres frentes de masas ve cómo hay una forma de construcción en el ámbito territorial que está más ligada a la política asistencial que al crecimiento de organismos de masas que construyan el poder del pueblos desde abajo, lo que implica avanzar en reivindicaciones concretas. El movimiento obrero está absolutamente atomizado, hay un montón de referencias, con un montón de problemas, con dirigencias sindicales que dejan mucho que desear en su gran mayoría, más allá de su posicionamiento político correcto o incorrecto pero hay un desfasaje entre las reivindicaciones lógicas de esta etapa histórica que debería tener el movimiento obrero y lo que éste termina expresando.
La discusión por los tercerizados, por el trabajo en negro, por mayor implicancia de los trabajadores en el sindicalismo. Hay un número muy inferior de compañeras y compañeros afiliados que hagan a la discusión del movimiento obrero. La discusión de unirse y organizarse tiene mucho que ver con la discusión política de cómo se construye hacia nuestro pueblo y cómo se resuelve la cosa.
Creemos que las cosas no se resuelven de arriba para abajo solamente, el Estado puede intervenir, empujar, ir creando condiciones pero para avanzar en una construcción real se necesita ir construyendo, de abajo hacia arriba, ese poder del pueblo que reasegure el avance de los cambios y que provoque cambios aún mayores

APU: ¿No ves que se esté dando eso o que se está dando en menor medida que el protagonismo estatal?
MY: Se está dando menos. En realidad tiene que haber una militancia dispuesta a empujar desarrollarlo, una militancia que hoy va naciendo al calor de estos diez años. Es muy diferente este nacimiento al calor del Estado que lo que fue la resistencia a los 90, esto va conformado dos militancias diferentes, dos conceptos diferentes y no es que una sea mejor que la otra, es parte de la realidad, de lo que hay. El problema es que hay que discutir las contradicciones del proceso porque la única forma de empujar hacia delante tiene que ver con entender cuales son las contradicciones y desde dónde hay que avanzar, por dónde hay que ir.
El Gobierno Nacional ha hecho mucho, transformaciones revolucionarias pero, a pesar de todo ese esfuerzo, sigue habiendo sectores de nuestro pueblo que están mal.

APU: ¿Es válida la equivalencia entre un sindicalismo que, a pesar de algunos avances importantes, está fraccionado –y eso es una debilidad- y el mundillo de la militancia política, estrictamente hablando, que también ha avanzado en cambios en la sociedad pero está igualmente fragmentado? ¿Hay una equivalencia entre los dos sectores?
MY: Sí y creemos que eso se da porque falta un protagonismo mayor de nuestro pueblo. En mayor o menor grado siempre ha habido militancia, hoy tenemos una militancia joven que se ha sumado fuertemente y un sector determinado. En los 90 también había una presencia muy fuerte de la juventud dando pelea en cada corte de ruta, en cada barriada popular, porque pareciera que los jóvenes aparecieron hoy –uno entiende la cuestión en relación con si se está a la defensiva o en otra etapa- pero tuvieron mucho protagonismo en los 90, es más, todos los que fueron muertos por el modelo neoliberal en su gran mayoría fueron jóvenes.
Puede haber una equivalencia entre el movimiento obrero y la militancia política en el sentido de que hay muchos sectores atomizados pero lo que hay que lograr, en lugar de tirar la pelota hacia delante, es poder empezar a discutir cómo hay que avanzar, cómo hay que desarrollar la profundización. Sí creo que tenemos que construir una militancia con conciencia crítica, que sea absolutamente enérgica en sus planteos, en su compromiso, en su sacrificio y que se ponga al frente de la lucha de nuestro pueblo., de las reivindicaciones que hace falta desarrollar y uno puede tomar cualquier ejemplo en función de poder desgranar qué es lo que todavía necesita.

APU: Mi lectura del proceso es que la Presidenta propone, si no como conducción de la militancia al menos como coordinación, a La Cámpora. ¿Qué lectura hacés de la propuesta de la Presidenta y de la organización?
MY: Es una propuesta de la Presidenta y me parece que eso implica un mayor nivel de responsabilidad para La Cámpora, para sus cuadros de dirección, es la organización que nos debiera abrazar a todos en función, no de llevarnos de las narices sino de abrir los ámbitos de discusión política, los canales de participación, porque, en realidad, no alcanza defender al Gobierno Nacional ante una embestida del enemigo, no alcanza la profundización del proceso político, solamente con lo que implica la cancha de Vélez. Tiene que haber un sin fin más de espacios construyendo organizaciones de los sectores sociales porque son los que realmente pueden producir el cambio. El pueblo organizado.

APU: ¿No alcanza con el acto mismo o no alcanza con las agrupaciones que participaron del acto?
MY: El acto fue hermoso. No alcanza solamente con los que estábamos ahí. Todos los actos que viene haciendo el kirchnerismo son reconfortantes, como los son todas las medidas que va tomando pero hay un montón de cosas en las que, uno cree, se puede avanzar mucho más y no se avanza y tiene que ver con las contradicciones y con la decisión de la conducción política nacional de Cristina en función de ir evaluando los procesos, pero esa evaluación es de Cristina, nosotros tenemos que tener la propia y nuestro propio despliegue político en ese sentido. Lo primero que tenemos que poner en discusión es el horizonte, cuál es el horizonte político de La Cámpora y, en este caso, el nuestro.
Me parece que es hacia un mismo lugar, por ahí nosotros creemos que ha condiciones como para poder avanzar un poco más pero es nuestra mirada y quizás no es la verdadera.

APU: El sistema electoral está pensado para pelear candidaturas individuales, más allá de las listas sábanas, para que los candidatos de cada lugar luchen para posicionarse, finalmente, ser electos en el Ejecutivo, el Legislativo o lo que fuere. El año próximo viene una elección  en el 2015 una más importante. ¿Te parece que el escenario a futuro, muy marcado por la agenda electoral y una posible no reelección de la Presidenta atomiza aún más a la militancia o fortalece su unidad?
MY: esperemos que e la fortalezca, en realidad tenemos hacia delante –por lo menos como lo vemos nosotros- una situación compleja. Lo que planteamos es que vemos a una parte de la militancia militar desde un lugar, digamos, tranquilo. Nosotros tenemos cierta preocupación, si uno toma los cuatro o cinco distritos electorales más importantes de la Argentina, en la ciudad de Buenos Aires ni el Poder Ejecutivo ni el Legislativo son nuestros, Córdoba y Santa Fe lo mismo, En la provincia de Buenos Aires el Ejecutivo no es nuestro, podemos decir que el Legislativo sí lo es pero también están los Intendentes.
Nos parece que ésta es una cuestión compleja que hay que tener una política para poder acumular, en estos distritos, para este bloque nacional y popular o para lo más genuino del mismo. El otro problema es que no hay reelección para Cristina y es un gran problema, no solamente para la militancia sino para la región y para nuestro pueblo que, en realidad, sí se identifica con Cristina, no se identifica con dos o tres referentes. Hasta cuando hay un problema, tenés el problema de los docentes y Scioli ni se despeina y pareciera que las puteadas las recibe Cristina como cuando hay un problema con el subte y lo que implican esas puteadas es que la única que puede resolver los problemas es ella y eso también es un dato de fortaleza. En 2015 no hay reelección y nosotros, con otras organizaciones venimos planteando la necesidad de una nueva Constitución emancipadora y un nuevo Estado con reelección incluida.
Así como el pueblo venezolano tiene la posibilidad de votar por Chávez varias veces, nosotros como Argentinos, también deberíamos poder hacerlo por Cristina cuantas veces queramos, por lo tanto, nos parece que hay que avanzar con eso y que la discusión de la reelección, obviamente, va a ser cuestionada por los grandes medios de comunicación pero también es parte de mover el avispero popular, lo que también va a implicar un avance en el desarrollo de la discusión como fue la de la 125, el bicentenario y, lamentablemente, la muerte de Néstor Kirchner, que implicaron la discusión política en nuestra sociedad. La Constitución también va a implicar esto y desde ahí tenemos que avanzar en una nueva que consolide lo que ya existe pero que proponga y desarrolle lo que se necesita para seguir avanzando como pueblo.

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