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miércoles

Entrevista al responsable de Asuntos Culturales de la Embajada de Paraguay en la Republica Argentina

La 17/8 mantuvo un extenso dialogo con  Rodolfo Serafini, encargado de Asuntos Culturales de la Embajada de Paraguay en la República Argentina.

Desde hace 2 años en función, hoy centra su desempeño en llevar adelante la celebración del Bicentenario Paraguayo aquí en la Argentina.

Destaca que a partir del gobierno del Presidente Lugo, que asumió en el 2008, ha tomado como una de sus prioridades, en el asunto de la diplomacia, la atención a los connacionales en el exterior.

El actual Embajador Gabriel Enciso López, se da como promesa de campaña que hizo el Presidente Lugo, cuando estuvo en Buenos Aires fundamentando que el embajador debe ser representante de la colectividad paraguaya.

En la Argentina, aunque no haya números ciertos, se calcula que hay alrededor de 1.500.000 de hermanas y hermanos paraguayos residentes, producto de un proceso migratorio amplio, que se acentuó en los últimos 30 años. 

Rodolfo Serafini: El embajador fue propuesto en el marco de esa respuesta, de un compromiso del Presidente con el gran número de paraguayos residentes en Argentina.
En consecuencia se da la celebración de nuestro Bicentenario en un lugar donde nosotros tenemos a una gran colectividad, así que nuestro trabajo se enmarca fundamentalmente en tener una política de puertas abiertas. Entendemos que el rol fundamental de la embajada es el relacionamiento diplomático entre el Estado argentino y el Estado paraguayo, pero esto es una de las nuevas líneas de acción, que se da entendiendo que históricamente esta embajada trabajó de espaldas a esa gran cantidad de residentes paraguayos aquí en Argentina. Queriendo cambiar eso y atendiendo a estas nuevas realidades que se están dando nosotros estamos desarrollando este trabajo. Y el trabajo de la conmemoración del Bicentenario nos ha llevado a realizar actividades, obviamente, aquí en Buenos Aires, pero fundamentalmente con la colectividad, compartiendo con ellos el día a día de sus actividades, puesto que hay centros de paraguayos no solamente en la Capital Federal, sino que en toda la provincia. Ese es el marco en el que nos encontramos en este momento, con muchos desafíos, con grandes oportunidades, pero entendiendo el rol histórico que nos toca ocupar.



17/8: ¿Cómo ven ustedes la situación latinoamericana, la relación entre los distintos gobiernos… la situación política de la Patria Grande?
Rodolfo Serafini: El contexto histórico en el que estamos es un momento único, y creo yo que es una oportunidad de crecimiento y desarrollo, hacia la construcción de una Patria Grande única que no podemos desaprovechar, tenemos que aprovechar este momento. Para cimentar las bases que, lastimosamente, no se permitieron hace 200 años, porque en aquellas épocas tal vez los objetivos fundamentales no eran muy claros, o los intereses externos eran muy poderosos e influyentes y no permitieron que se logre construir esa Patria Grande que persiguieron Bolívar, San Martín, y muchos otros grandes patriotas como Artigas, o mismo los revolucionarios que le dieron la independencia al Paraguay, porque, si bien es cierto que Paraguay, con el gobierno del doctor Gaspar Rodríguez de Francia, durante más de 30 años, aisló al Paraguay del contexto latinoamericano, fue posterior a un esfuerzo de los revolucionarios patriotas paraguayos, de pertenecer a una gran confederación de Naciones, entendiendo que, en aquel momento Buenos Aires era la metrópoli, pero que lastimosamente no se pudo construir. Y Paraguay arranca, y está hoy en la posición que está, sin olvidar lo que fue un proceso que nos mantuvo aislado por casi todos estos 200 años. Si bien es cierto que nos mantenemos integrados a través de las fronteras, el comercio, el intercambio, Paraguay parte de la base geográfica de ser un país mediterráneo al igual que Bolivia, y eso lo configura también en una posición de aislamiento internacional, y también en una posición en la cual al país le costó mucho consolidar su nacionalidad por estar entre dos grandes naciones como son Brasil y Argentina. Estamos hoy en esta nueva situación de oportunidad, como les decía, por la construcción de esta Patria Grande, pero pasamos por este proceso de aislamiento muy largo y doloroso; que entre otras cosas incluyó también a las dos guerras más importantes que hubieron en esta región del mundo. La Guerra de la Triple Alianza por un lado, y la Guerra del Chaco por otro, son las dos conflagraciones bélicas más importantes que tuvo Sudamérica y las dos, lastimosamente, estuvieron protagonizadas por Paraguay. En la primera contra tres vecinos importantes como Argentina, Brasil y Uruguay, en un contexto donde Paraguay había logrado, luego de un proceso, consolidarse a nivel regional como país independiente, porque la independencia del Paraguay fue reconocida por sus vecinos y los países europeos recién en 1852, mucho tiempo después del 1811 de la independencia, esta guerra destruyó todo ese proceso de construcción y consolidación del Paraguay. En esta guerra se estima que Paraguay perdió el 75% de su población civil, y el 90% de la población masculina en edad laboral, en consecuencia, se desmembró al país económica y políticamente. Así fue que hicieron del Paraguay un campo fértil para las grandes trasnacionales que en ese momento estaban ya en su máxima expresión con gran influencia de Inglaterra. Y en la otra guerra contra otro vecino, que es Bolivia, en el año 1932, época en que el país se estaba posicionando hacia el crecimiento y el desarrollo, por intereses foráneos vinculados al petróleo (se creía que en Chaco Boreal - oeste del país - existían grandes yacimientos de petróleo), se inicia la guerra del Chaco, contra Bolivia. País este que, si bien es cierto no teníamos un relacionamiento, tampoco existían conflictos. Era increíble pensar una guerra con Bolivia, un país hermano, un país con el cual en algún momento estuvimos muy unidos, ya que en los tiempos de la colonia, cuando Lima todavía tenía una gran influencia, uno de los mayores productos de venta del Paraguay era la yerba-mate, y en toda la zona de Lima y La Paz se consumía mucho. Pero esta guerra se dio, duró hasta el año 1935, y solamente nos trajo una gran desgracia porque murieron más de 100.000 personas en combate, 65.000 bolivianos y 35.000 paraguayos aproximadamente; con un costo altísimo de financiamiento en semejantes condiciones, para ambos países el Chaco era un gran desierto verde, ni Bolivia ni Paraguay tenían poblaciones importantes en esa región. Los resultados fueron solamente negativos, quedaron los altos costos, lisiados, veteranos, pero además tenemos que reconocer el ya nulo relacionamiento, quedó aun peor, muy dañado, porque posterior a  tiempo perdido porque este es un proceso de construcción que va a seguir avanzando independientemente de que los países participen o no activamente. Por eso creo yo que hay que acentuar la responsabilidad que tiene este gobierno y el país de insertarse en un proceso de integración. Tiene grandes posibilidades, tiene también grandes herramientas por grandes factores, primero, el factor humano; Paraguay, dado el proceso la guerra quedó un fuerte resentimiento entre ambas naciones, que impidió que pudiésemos establecer un relacionamiento entre ambas naciones. Posterior a la guerra, Paraguay entró en un proceso anárquico de revoluciones y golpes militares, golpes que se estaban llevando en toda la región, y que se consolidó en el momento de la Guerra Fría, con la asunción de la presidencia, a través de un golpe de estado, de Alfredo Stroessner, en el año 1954. Esta dictadura tuvo, nuevamente una característica aislacionista, separando al Paraguay de Argentina y Brasil; y nos mantuvo al margen del concierto internacional de naciones. Formalmente Paraguay integraba los organismos internacionales como la ONU y la OEA, pero en hechos concretos fue uno de los últimos países en ingresar al proceso democrático, en el año 1989, y hasta ese momento era prácticamente imposible hablar de integración. Este es el contexto de Paraguay en el año 1989, y en la década del 90, podemos decir afirmativamente que Paraguay se inserta en la región. Y lo hace con la firma del “Tratado de Asunción” en el año 1991, en donde Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay, firman el Mercosur. A partir de ahí Paraguay se integra a este proceso, pero se continúa estando gobernados aún por los hijos de la dictadura militar, porque fue presidente Rodríguez que era cuñado de Stroessner, y el partido de gobierno era el mismo. Cambiaron algunas cabezas pero la estructura era la misma. Las posibilidades de cambio y de crecimiento para el Paraguay fueron hasta ese momento muy difíciles, porque esta estructura de poder y de gobierno, estaba anclada sobre el prebendarismo, la corrupción, y la imposibilidad de generar un crecimiento real y sostenido en el país. Hasta el 2008 en que el Presidente Lugo asume, el Paraguay, si bien es cierto está ya inserto entre Argentina y Brasil, somos un lugar de tránsito obligado, de intercambio y era ya imposible quedar afuera. Paraguay estaba más bien dentro del Mercosur, no por sus cualidades o gestiones, sino porque Argentina y Brasil entendían que Paraguay y Uruguay tenían que estar dentro de cualquier acuerdo comercial o arancelario que se pudiera dar. Y en este nuevo tiempo, al cual llegamos, se abre a fines de los 90, y principalmente después del año 2000, llegamos en un momento para el Paraguay único e histórico, en el que nosotros tenemos que aprovechar y reposicionarnos, recuperando elmigratorio, ha sido siempre el Río Paraguay y el Río de La Plata la conexión con el mundo, y en ese sentido Argentina tiene un rol protagónico, porque aquí está viviendo un gran porcentaje de nuestra población, y porque sigue siendo la Argentina y sus puertos, nuestra puerta de entrada y salida al mundo. Esto sigue siendo y lo va a seguir siendo siempre. Brasil también, aunque en menor medida. Y en este momento también lo está siendo Uruguay. Y ahí también entiendo que uno de los factores de integración para el Paraguay en este contexto es esa gran población paraguaya, que en su momento tuvo que salir, y hoy está viviendo en Argentina, Brasil, Uruguay, en países europeos, y que también pueden contribuir ellos a hacer que el Paraguay sea conocido en su realidad histórica y cultural. En todo este asunto de la migración existe un factor determinante que es el cultural. Paraguay, si bien es cierto que estuvo políticamente encerrado, integra una región cultural que trasciende fronteras y que logró romper, por suerte, lo que la política mucho tiempo no pudo. Aquí en Argentina Paraguay ha creado lo mejor de su música, de su literatura, en la plástica, en el cine, aquí creó su obra José Asunción Flores por ejemplo. Por aquí paso Agustín Barrios, un gran compositor en la guitarra, escribieron varios poetas con Érica Poses Vera, Elvio Romero, esta sala se llama Elvio Romero, quién fue Agregado Cultural aquí. Y él fue uno de los poetas contemporáneos más importantes que hemos tenido. Y creó su obra aquí. Por supuesto también no vamos a olvidar a Augusto Roa Bastos, quien también, su gran obra literaria, la dio aquí. Esto nos marca a un nuevo Paraguay, un país integrado, con el guaraní, por ejemplo, que se habla en algunos lugares del Brasil, en Bolivia, en el norte argentino, luego está
Ese guaraní que es más cotidiano, que es más de la gente, que se sigue hablando en zonas como Corrientes, Misiones, Entre Ríos, esa integración cultural existe también a través de la música, es muy similar en toda esta región. Ya de por sí nosotros encontramos estos factores de integración cultural, lo que nosotros ahora no podemos desaprovechar es el excelente momento político que estamos pasando entre las naciones. Y ahí yo puedo destacar el gran trabajo que ha hecho el gobierno argentino, con el Plan Patria Grande, para la documentación y radicación de los compatriotas residentes en Argentina. Uno de los grandes problemas que tenían los compatriotas que habían venido aquí, era la posibilidad de trabajar con documento, y eso hoy está siendo posible gracias al plan de documentación denominado Patria Grande, llevado a cabo por el ex Presidente Néstor Kirchner, con la modificación de mucha de la legislación referida al tema.Ese es un asunto fundamental. Yo creo que Paraguay tiene que estar muy agradecido por estas políticas migratorias. Y los desafíos son grandes, nosotros podemos hablar de grandes aspectos con el tema de la integración, el aspecto comercial es uno de ellos, la integración física, pero donde Paraguay puede aportar mucho en la integración energética. Paraguay es un gran productor de energía eléctrica, utiliza el 10% de lo que produce en materia de energía, y eso es algo que para el país es muy importante, pero también lo puede ser para los vecinos de la región, que son países que requieren cada vez de un consumo mayor de energía. Nosotros no producimos gas, pero compramos a Argentina el gas que es boliviano. Ahí nos damos cuenta que tenemos una vocación integradora, pero no estamos  tomando por las acciones y medidas concretas. Paraguay debería tener un gasoducto directo con Bolivia, y consumir gas de allí. Por varias razones, una la económica. Otro gran asunto es la imposibilidad de venderle energía eléctrica a Uruguay, que requiere de energía, pero no puede acceder dado que no podemos llegar a un acuerdo para la trasmisión a través del territorio argentino. Tenemos experiencias positivas en esta materia, sobre todo en la región de Formosa. Después hay que lograr la interconexión entre las grandes represas, Yaciretá, Itaipú, que son dos empresas binacionales que tenemos con el Brasil y con la Argentina. Este es un aporte importante que el Paraguay puede hacer a la integración.

17/8: ¿Cómo es hoy el Paraguay, viniendo de los hijos de la dictadura que mencionabas, hasta hoy con Lugo?
Rodolfo Serafini: Nosotros, este proceso se logró en el 2008, pero entendemos no se va a romper y se va a mantener. Pero puertas adentro, no podemos negar que existen problemas. El primero de ellos es la conformación parlamentaria. El gran porcentaje que aún tiene hoy el Partido Colorado dificulta el avance y la transformación de muchas leyes. Gran parte de nuestra legislación es obra de la dictadura. Para generar cambios necesitamos herramientas legislativas que acompañen este nuevo tiempo, se están logrando, pero a través de acuerdos muchas veces muy costosos. Nosotros confiamos en el proceso, pero hoy por hoy es todavía difícil. Para dar un ejemplo, el 70% de los municipios del país todavía están gobernados por intendentes colorados. El Partido Colorado no es un partido que en este momento esté dando señales de transformación, en este momento uno de los candidatos a las elecciones generales de 2013 es el señor Horacio Cartes, que entre otros es uno de los mayores traficantes de cigarrillos al Brasil. No podemos permitir que ese tipo de gente vuelva a gobernar, manteniendo esa penosa y triste imagen de ser un país de tráfico de marihuana, de contrabando, de falsificación que hemos tenido durante años. Esto es algo que estamos tratando de cambiar y esperamos poder continuar, pero necesitamos, puertas adentro, generar transformaciones, con el discurso no alcanza. Se están haciendo acciones concretas, les doy un ejemplo, el presupuesto de salud ya se ha triplicado desde que se llegó al gobierno. En educación se priorizó y tuvo un fuerte aumento. Esas son dos líneas muy atendidas, en otras áreas se están generando importantes avances, en el desarrollo de otros focos regionales… confiamos que eso pueda tener efecto a corto plazo. En materia de transparencia administrativa se han dado cambios fundamentales. Solíamos figurar entre los primeros rankings de índices de corrupción. Son procesos que hay que ir consolidando, que pese al crecimiento económico, son cosas que cuestan mucho plasmar en el sentimiento popular, al día a día del pueblo. Porque Paraguay no tiene una gran matriz industrial para generar una gran clase trabajadora. Todavía el 50% de la población es rural, y aquí tenemos grandes problemas que no podemos resolver de la noche a la mañana. Por ejemplo, el fuerte rol de la soja como motor de crecimiento a través de una política agroexportadora que este gobierno ha heredado. Sin colaboración parlamentaria es aún más difícil. Les doy otro ejemplo, hoy se está estudiando la posibilidad de gravar la soja en un 6%, hoy la soja no está gravada en Paraguay. Comparando con lo que sucede en Argentina es increíble pero es así. Y ese 6% que el gobierno quiere gravar, es un 6% que está siendo muy discutido y muy peleado. Al no tener una política impositiva que contribuya a la distribución de la riqueza del país, es muy difícil hacer que esa riqueza llegue a vastos sectores de la población.

17/8: ¿Quién tiene el control de la tierra y de la soja en Paraguay?
Rodolfo Serafini: El control de la soja y de la tierra está en las manos de un mismo grupo de personas. El 1% de la población del Paraguay tiene el 70% de la propiedad de la tierra. Y los planes de reforma agraria chocan con ese problema. Hacer una política de expropiación de grandes extensiones, de grandes latifundios, en este momento choca con el parlamento, porque el partido anterior de gobierno y otros sectores que no son del Partido Colorado, pero que están fuertemente vinculados a la derecha muy dura y reacia a negociar este tipo de cuestiones, se unen para bloquear impuestos, como por ejemplo el impuesto a la renta. El impuesto a la renta personal no existe en Paraguay. Uno se da cuenta de que la gran carga impositiva en el Paraguay está en el IVA, y el IVA, es un impuesto que lastimosamente grava a todos por igual, a la pobre señora que compra un kilo de fideos para almorzar un día, o al que es dueño toda la tierra. Esas son grandes injusticias que se tienen que cambiar y que, lastimosamente, no se puede hacer porque estos parlamentarios conforman ese gran bloque beneficiado por la tenencia de la tierra, la producción de la soja, entre otras cosas. Esas son las grandes transformaciones que aún están pendientes. Se está negociando con mucha dificultad pero bueno… Quizá el recambio parlamentario del 2013 permita abrir nuevos canales de negociación para esas áreas. En este momento, internamente tenemos pocas herramientas para generar esa transformación. Algunas cosas se han logrado, este gobierno ha insistido mucho con la soberanía energética, porque los anteriores gobiernos, por chauchas y palitos, habían regalado a nuestras represas. Hemos logrado en este momento renegociar lo que Brasil paga por compensación por energía no utilizada. Porque el Paraguay es dueño del 50% de la energía producida en Itaipú, pero utiliza el 5%. El resto no se utiliza y Brasil se lo llevaba a un precio irrisorio. Lo mismo se ha logrado con Argentina. Con Argentina hemos tenido un logro reciente, que es la culminación de la represa. Para Paraguay era muy importante, porque Argentina fue el país financista de la represa, y la represa tenía que pagar la deuda de la construcción, y al no estar la represa terminada no se podía pagar la deuda con el fisco argentino, y la deuda crecía de forma aritmética. Tuvo un entre los tres mil y cuatro mil millones de dólares, pero la deuda, por los intereses moratorios, es de 15  mil millones de dólares, para la represa sería imposible pagar esa deuda, y no estando terminada mucho menos.  Eso fue muy positivo para ambas naciones, la culminación de la represa. Este gobierno tiene la voluntad de sentarse a discutir estos problemas con los vecinos, los gobiernos anteriores no. Eso repercute internamente de forma positiva, imagínate que Paraguay produce semejante cantidad de energía y no la puede utilizar porque, lisa y llanamente, no existe conexión eléctrica en el país. Una de las fuentes energéticas del Paraguay todavía, es el carbón. Las instituciones son así, es una realidad muy difícil, por darles un ejemplo, en la diplomacia el 97% de los funcionarios tienen filiación al Partido Colorado, así que hacer una política opuesta a sus intereses, una política de integración, no es nada fácil. Necesitas un conjunto de personas capacitadas fuertemente y con las convicciones de llevar a delante esta política.

17/8: ¿Y la alianza que llevó a Lugo adelante, se sigue sosteniendo, se profundizó?
Rodolfo Serafini: La alianza se sigue sosteniendo, afianzarla es muy difícil porque es de un abanico ideológico muy amplio. Está, siendo la primera fuerza, el Partido Liberal Radical Auténtico, que fue el primer partido del país, que históricamente fue de oposición al Partido Colorado, y que tiene en sus filas un abanico interno. En él se encuentra sectores muy progresistas y sectores de derecha, empresarios, comerciantes, y este partido tiene las bancadas que apoyan al Presidente en este momento. Después tenes todos los sectores de izquierda, que también hay un abanico interno, que todos apoyan al Presidente, pero convengamos que es la figura del Presidente la que aglutina a todos, sin él, este abanico tiende a desparramarse. Nuestro gran desafío es que nuestra Constitución no permite la reelección. Se intentó discutirlo, pero inmediatamente se bloqueó. Por una razón muy sencilla, el Presidente Lugo tiene una alta imagen en la opinión pública, se podría pensar que si fuera candidato ganaría las elecciones. Pero no va a poder ser, porque, para eso, hay que modificar la Constitución Nacional, y para ello se necesita el 63% de los votos. Y eso no lo tenemos. Estamos en el desafío, ya pasamos 3 años de gobierno, estamos mirando las próximas elecciones, en la búsqueda de configurar a esto como un proyecto, que nos dé una visión de largo plazo, para continuar con lo que se ha hecho. Y eso es un desafío. Hay que dejar de lado las diferencias y encontrar los elementos que aglutinen, y que en una alianza significa que significa entre el 40% y el 50% del electorado, después tenemos también los otros bolsones electorales importantes en el país, que están conformados por, uno que es el partido Patria Querida, que es, comparando, el Pro de Macri. El sector de una derecha ilustrada, capitalina en esencia, vinculada a sectores industriales, comerciales, de servicios. Luego tenemos a lo que es el partido de Lino Oviedo, que existe, que está presente y que tiene un 10% al 15% del electorado, pero que es fundamentalmente, aunque se muestre democrático, es una derecha nacionalista muy vinculada a los militares. Tenemos un escenario complejo.

17/8: ¿La salud del compañero Lugo, cómo anda?
Rodolfo Serafini: El compañero Lugo esta, gracias a Dios, bien, muy bien. En algún momento, lo que habíamos escuchado es que el cáncer que él tenía ya había hecho metástasis, que hubiese sido terminal, 6 meses o 1 año de vida. Y eso tuvo un cambio radical, por lo visto ha tenido una muy buena atención en el hospital Sirio-Libanés en Brasil, y lo que ha dado es que en este momento él tenga las células cancerígenas totalmente eliminadas o muy bien controladas. Nosotros entendemos que él va a seguir siendo un actor político importante, es altamente probable que vaya al Parlamento, y que siga jugando un rol de referencia importante. Y ojalá su contribución fundamental, al dejar el gobierno, sea lograr una nueva alianza que integre a todos los sectores y que nos permita seguir construyendo el proyecto, Nacional, Latinoamericano. Este puede ser un momento constitutivo para el Paraguay, no podemos ser un problema para la región, aunque estemos anclados y siéndonos difícil despegar. Y en 5 años, suponer que ese cambio se va a dar es erróneo, este es un proceso que va a llevar 10, 20 años de trabajo, así que estamos confiados en que estamos en el camino correcto y que ese camino se va a ir dando con el tiempo.

17/8: ¿Cuál es tu posición, la del Paraguay, con respecto a las Malvinas?
Rodolfo Serafini: En esos somos categóricos, siempre hemos tenido, con esta reivindicación de Argentina, una posición de solidaridad y de apoyo al pueblo argentino. Las Malvinas son argentinas, y tiene que ser así. No puede ser que en este mundo sigan existiendo enclaves coloniales como las Malvinas. Paraguay colaborará en la medida de lo posible, para que las Malvinas vuelvan a ser argentinas a través de un proceso diplomático, de diálogo.

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